De entre las lecturas últimas, no puedo dejar de recomendar el interesantísimo libro de Juan Pedro García del Campo, Opaco demasiado opaco. Materialismo y filosofía (Cádiz, UCA, 2007). Escrito con talento y argumentado con contundencia, el libro proporciona algo distinto a las publicaciones académicas habituales sobre la posmodernidad. No es un libro más: ni los útiles analíticos que emplea, ni las posiciones que defiende, permiten situarlo en los polos habituales del debate. Y no lo es, porque en él toma voz una tradición que nuestro campo de juego filosófico excluyó cuando se cerró sobre los conglomerados formados por Habermas/Apel y Vattimo/Rorty/Lyotard. La voz de una tradición marxista sumergida abruptamente a principios de los años 80 del siglo pasado. Sobre el libro he preparado un largo comentario crítico que imagino que pronto se publicará.
De entre las lecturas últimas, no puedo dejar de recomendar el interesantísimo libro de Juan Pedro García del Campo, Opaco demasiado opaco. Materialismo y filosofía (Cádiz, UCA, 2007). Escrito con talento y argumentado con contundencia, el libro proporciona algo distinto a las publicaciones académicas habituales sobre la posmodernidad. No es un libro más: ni los útiles analíticos que emplea, ni las posiciones que defiende, permiten situarlo en los polos habituales del debate. Y no lo es, porque en él toma voz una tradición que nuestro campo de juego filosófico excluyó cuando se cerró sobre los conglomerados formados por Habermas/Apel y Vattimo/Rorty/Lyotard. La voz de una tradición marxista sumergida abruptamente a principios de los años 80 del siglo pasado. Sobre el libro he preparado un largo comentario crítico que imagino que pronto se publicará.
Comentarios