Han matado a Isaías Carrasco. Un trabajador honesto al que durante algún tiempo sus conciudadanos eligieron para formar parte del gobierno de su municipio y que después volvió a su vida de siempre como cobrador de una autopista. No hay excusa. No hay motivos. Es un crimen vil. Los culpables deben pagarlo. Apoyemos todas las acciones de respuesta ciudadana que tengan lugar con la voluntad de ser actos de condena común al crimen y no pretextos para alcanzar otros objetivos políticos. Quizá la mejor forma de hacerlo sea en silencio o con un único grito: ETA NO. Y, sobre todo, el 9 de marzo A VOTAR. Esa será la más contundente respuesta.
"Huíd de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura." Juan de Mairena/Antonio Machado