La libertad griega se materializó creando un espacio puramente humano, en el que se discute sobre los asuntos públicos. Quienes entran en ese espacio se suspenden sus pasiones animales, sus querencias familiares, sus orgullos y sus cuitas cotidianas, y se ejercitan como un ser de razón, preocupado por asuntos públicos, en un espacio donde no debe aceptarse otra coacción que el buen argumento. Así lo contaba Ortega en La rebelión de las masas (y así lo recogieron, pero sin referirse a Ortega, Carlos Fernández Liria y Luis Alegre en Educación para la ciudadanía ). Al Palillero acudieron ayer más personas que en días anteriores y, por supuesto, las intervenciones reflejan quién se es antes de estar en la plaza. Si se es cuadro político se habla con eficacia, si se busca el aplauso fácil se presenta un psicodrama (como todos, impostado), si se es hombre se habla infinitamente más y más tiempo que si se es mujer, si se carece de formación y de entrenamiento público el discurso se atra
"Huíd de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura." Juan de Mairena/Antonio Machado