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Mostrando entradas de junio 2, 2013

Reseña de "La norma de la filosofía" en el último "Viejo Topo"

José Luis Moreno Pestaña (1970) es profesor de Filosofía de la Universidad de Cádiz y uno de los investigadores más interesante del panorama filosófico español. Ha trabajado en diversos frentes y ha publicado múltiples escritos que los han plasmado de manera clara y rigurosa. Entre sus libros destacan los estudios renovadores dedicados a Foucault y su obra ( Convirtiéndose en Foucault. Sociogénesis de un filósofo y   Foucault y la política ). Otros los ha dedicado a la sociología y a la filosofía, entendida esta relación de manera diversa y sugerente. Podemos referirnos a un trabajo de campo sobre la anorexia y la bulimia: Moral corporal, trastornos y alimentarios y clase social. Pero también a trabajos que completan el libro que comentamos como Filosofía y sociología en Jesús Ibáñez o la introducción (junto a Francisco Vázquez García) de Pierre Bourdieu y la filosofía. Este libro hay que entenderlo en el contexto del proyecto filosófico de Moreno Pestaña, en parte comparti

De por qué la gente no entra o no se queda en los partidos políticos o en los movimientos sociales

El martes 4 de junio se realizó un debate organizado por Izquierda Abierta de Granada. Presentados por Jorge López , intervinimos Pedro Chávez (que enlazaré en cuanto se encuentre accesible) y yo , con una conferencia que llevaba el título de esta entrada. La charla fue grabada por Jesús de Manuel.

Las autorreferencias del campo político

  Gérard Mauger ( Repères pour résister à l’idéologie dominante , Bellecombe-en-Bauges, Croquant, 2013) se plantea en este libro «una crítica sociológica de la ideología dominante» pero también un reflexión sobre la izquierda que la combate. Centraré el comentario en lo segundo. Dos problemas en esa izquierda: el primero, fundamental, cómo impulsar la voz de las clases populares y permitir que se haga un hueco en el mundo político. Resulta difícil por dos razones: la primera porque cualquiera no está en condiciones de fraguarse una opinión que sea susceptible de ser escuchada. El mundo político exige dominar, cada vez más, saberes especializados como el marketing, amplias conexiones con la prensa así como la capacidad para situarse en los entresijos de la oferta disponible de partidos y sus conflictos internos y con otros partidos. Normalmente queda al alcance de especialistas, con lo cual los más desheredados, social y culturalmente, deben alienarse en ellos si quieren que

CRÍTICA DE LA CRÍTICA CRÍTICA

  Merleau-Ponty, en su despedida del marxismo ( Las aventuras de la dialéctica : un libro que recomiendo leer y releer, como casi todo Merleau), recordaba: la desilusión del socialismo no mejora las miserias del capitalismo, no las hace más soportables ni nos empuja a reconciliar con ellas. Constatado esto, para oponerse al capitalismo necesitamos algunas propuestas positivas, porque más allá de éste podemos encontrarnos cosas peores que él. Franck Poupeau   ( Les mésaventures de la critique , París, Raisons d’agir, 2012) recurre a esta idea al comienzo de esta crítica (pero sociológica y fraterna con lo criticado) de la crítica crítica, para recordarnos que otro mundo puede ser posible, o no. Necesita argumentarse mejor que lo es y quizá militar de otra manera para lograrlo. Buena parte del libro constata el fracaso del modelo militante nacido con el antiglobalización, sobre todo por su incapacidad para incorporar gente en la izquierda fuera de ciertos círculos selectos. Poupe

SOBRE EL SORTEO III. LA DEMOCRATIZACIÓN DE LAS RETRIBUCIONES POLÍTICAS

Mogens H. Hansen ( The Athenian Democracy in the Age of Demosthenes ) nos recuerda que una buena parte de los asuntos que ocupaban a la asamblea del pueblo ateniense en el siglo IV eran los premios a los mejores oradores. El mismo asunto preocupa a   Aristóteles en la Política : ¿cómo reconocer a quién deben distribuirse los honores políticos? ¿Quiénes deben distribuirlos? La política exige cualidades complejas imposibles de definir adecuadamente. ¿Mucha cultura ayuda al buen gobierno? ¿Quizá el sentido común y la modestia? En fin, como saben de sobra los lectores de este blog, la democracia antigua instauró salarios para la participación pública que, de lo contrario, quedaría reservada a los aristócratas. La retribución estaba en el centro de la democracia: sin retribuciones materiales y simbólicas nadie participa en política. El salario ayuda a democratizar las condiciones de acceso para los pobres. El sorteo impide que aquellos que quieren gobernar, gobiernen e impulsa