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Mostrando entradas de julio 28, 2013

¿A QUÉ LLAMAMOS CULTURA OCCIDENTAL?

El presente libro ( Democracia y relativismo. Debate con el MAUSS , Madrird, Trotta, 2007) de Cornelius Castoriadis –una edición española más completa del original francés- contiene una provechosa introducción a su pensamiento. En este comentario nos centraremos en el problema de la igualdad de las culturas en un plano especialmente sensible: el político. Castoriadis propone distinguir dos planos. El primero permite afirmar la igualdad de cualquier civilización: todas ellas son el resultado de la actividad creadora de la imaginación humana en contextos (materiales, tecnológicos, etc.) más o menos restrictivos. En todas ellas, además, existe una reflexión sobre cómo manejar el poder existente, un poder que se asume sin cuestionarlo. Desde ese punto de vista, poco se diferencian un faraón y una asamblea sioux: postrarse ante un enviado de Dios o discutir entre iguales supone inclinarse ante una tradición. Las innovaciones filosóficas, de enorme riqueza en India y China, quedaban r

LA MIRADA DE TUCÍDIDES Y SUS TRES RUPTURAS

  Las guerras míticas se pueblan de héroes o de criminales, impulsados por motivos espurios o por grandes ideales. Tucídides nos presenta la guerra con todos esos condimentos, repartidos entre los dos bandos, alternándose, en ocasiones, dentro del mismo personaje y, por supuesto, atravesando a cada nación y a sus aliados. Muchos siglos después, el lector no especialista, pero atento, solo puede ser sensible ante semejante fidelidad a la experiencia. Intentemos analizarla. Decir que Tucídides es objetivo resulta absurdo, si por eso entendemos que es frío. Al contrario, Tucídides admira la grande. Lo importante es que sabe enunciarla allí donde la ve, no solo en aquellos a los que reserva sus simpatías. También, que sabe admirar modos diversos de grandeza: militar, política, cultural, simplemente humana. Brasidas, general espartano, es un hombre bondadoso y recto aunque unas líneas después amenaza con arrasar a los acantios si no se unen a la lucha contra lo que el considera el yug