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Mostrando entradas de octubre 5, 2014

"Nunca más nos haremos mutuas confidencias". Las transformaciones de Aquiles y la ética del sufrimiento

La Ilíad a recoge la crisis de una sociedad en pugna por el prestigio. La sociedad de los héroes combate perpetuamente por el honor y el reconocimiento. La elite disponía de un privilegio honorífico sobre la multitud guerrera que acaudillaba y establecía relaciones basadas en la igualdad geométrica . Según ésta, los desiguales merecen un reconocimiento desigual, proporcional a lo que aporta cada uno. Para el resto, para la masa indistinta,   se establecen relaciones de igualdad aritmética : se les considera a todos iguales. De cada cual según sus capacidades a cada cual según sus necesidades. Los héroes aportan más y necesitan más. Necesitan la recompensa del botín de honor, que se reparten antes que el que toca al resto. Lo que queda, eso puede sortearse, porque el sorteo es institución igualitaria por excelencia, extraña a cualquier distingo entre aquellos a los que considera y privilegia.    Esto nos lo explica Juan Carlos Rodríguez Delgado en El desarme de la cultura.