La vida, es obvio, no era sencilla para un estoico : la actitud filosófica exige prepararse para un entorno repleto de individuos amenazantes. Es verdad que el estoico considera que Dios tiene un plan de conjunto en el que entra la naturaleza entera -incluidos todos los individuos y por supuesto él-. Carece, por desgracia, de comprensión completa de ese plan y debe por tanto resignarse a actuar según lo que tiene a mano, su propia naturaleza, capaz de contribuir con sus acciones, cualquiera sabe cómo, al plan de conjunto. Esa naturaleza es buena, de hecho podemos llegar a vivir pendientes únicamente de las satisfacciones que nos proporciona; incluso cuando nos cupiera en desgracia existir rodeados de demonios -algo que procede del plan divino y que queda fuera de nuestro alcance individual. Todo lo cual va a cambiar con el cristianismo. El estoico persigue la calma y encuentra el refuerzo de su compromiso con el mundo trabajando cuanto queda a su disposición, que puede ser poc
"Huíd de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura." Juan de Mairena/Antonio Machado