Artículo publicado en Diagonal ¿Qué nos ha dejado el 15M cinco años después? Creo que una esperanza –comprometer políticamente a muchos ciudadanos- y una tarea: permitir que ese compromiso se mantenga. Empiezo con la esperanza. El 15M atrajo muchas personas a la política y lo hizo con prácticas democráticas. Fue un enorme acontecimiento. Normalmente la política funciona con fronteras invisibles, aunque ritualmente se proclama que cualquiera puede entrar en ella. Los partidos, pero también los movimientos sociales, exigen determinados perfiles a los participantes: conocimiento de las divisiones políticas existentes, capacidad para situarse en ellas, tiempo que entregarle a la organización o a las actividades políticas, manejo para volverse significativo –o temple para resignarse a seguir pasivamente las exigencias de las personas destacadas-. No extraña que la política sea asunto de pocos, de muy pocos. Contra esa lógica, el 15M rehabilitó antiguos dispositivos de participa
"Huíd de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura." Juan de Mairena/Antonio Machado