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Mostrando entradas de enero 27, 2008

Algo tan terrible que sólo puede decirlo un intelectual

En 1948, Lukács asistió en Budapest a una representación. Normalmente, todos se arrimaban al venerable maestro marxista. Aquel día lo dejaron solo. Otro día, asistió a una representación en la academia de la música. De nuevo, el vacío. Un estudiante imprudente le pidió permiso para sentarse a su lado. Lukács le reconvino: "No lo haga. Pero si lo hace tire de la tapa del ataud sobre su cabeza" (Arpad Kadarkay, Lukács , Éditions Alfons el Magnànim, Valencia, 1994, p. 681). Unos días después Lukács se burló de la preocupación occidental por su seguridad, él que vivía a cuerpo de rey en las democracias populares. Antes, durante un coloquio internacional (con Jaspers, Ortega, Merleau-Ponty), su mujer, en la mesa, había justificado el Gulag que soportó el hijo de ambos. En su prólogo de 1934 a España invertebrada , Ortega le decía a las masas que, si no se calmaban, ya llegarían "la angustia, el dolor, el hambre y la sensación de vital vacío" para disciplinarlas y enseñar

Gérard Mauger y la sociología de la desviación

Los análisis de la desviación se han visto, a menudo, divididos entre los acercamientos sincrónicos y diacrónicos. Los primeros, hacían recaer la desviación en factores; los segundos reclamaban análisis procesuales, la diferencia específica que hacía que, en dos situaciones similares, un individuo continuara su compromiso y otro no. Este libro de Gérard Mauger ( Les Bandes, le Milieu et la Bohème populaire : études de sociologie de la déviance des jeunes des classes populaires (1975-2005), París, Belin, 2006) dinamita esa doble tesitura y plantea una combinación impresionante de análisis estructural y procesual, de lógica diacrónica y de reconstrucción de posibles sistémicos. La escritura, bella e irónica, la cultura enciclopédica, la combinación de empatía y realismo y, sobre todo, la originalidad de los aportes teóricos lo convierten en un libro que, si se me permite, queda muy por encima de muchos considerados justamente clásicos. Publicaré un comentario crítico de aquí a no mucho t

Misión de la Universidad. Edición de Jacobo Muñoz en Biblioteca Nueva

Misión de la Universidad ,se nuclea en torno a dos momentos de tensión. El primero, que tiene que ver con la preocupación de la filosofía por sus fronteras, nace en el esfuerzo por asegurar un espacio a la filosofía en debate con las ciencias y con los saberes profesionales. El segundo, con las dificultades de transmisión del capital cultural. Este espacio de tensión se declina sobre tres temáticas omnipresentes en el texto y, me atrevería a decir, en buena parte del pensamiento de Ortega: el problema de la herencia entre las generaciones, el problema de la definición de los stándards culturales básicos y el problema del dominio y de sus formas. El primer momento sitúa al texto y a su autor en el corazón de la tradición filosófica, por así decirlo, corporativa. El segundo momento lo coloca dentro de un espacio social determinado y de un conjunto de conflictos, de las elites consigo mismas, y de estas con los grupos sociales subordinados. Con una excelente introducción de Jacobo Muñoz,