Reseña de Salvador López Arnal e Iñaki Vázquez (eds.), El legado de un maestro. Homenaje a Manuel Sacristán , Barcelona, FIM-Ediciones de intervención cultural, 2007. (Publicada en El Viejo Topo , marzo 2009, pp. 91-94). Manuel Sacristán fue un personaje de nuestra vida cultural, un nombre con relieve en la historia política del siglo XX español y un pensador que dejó una impronta fundamental en nuestra filosofía: por la calidad y cantidad de sus discípulos, por la variedad de terrenos (de la literatura a la lógica) en los que tuvo algo que decir, por los debates que despertó y despierta. Personaje literario, versado en decirle a alguien “culibaja” sonando a Adorno o Lukács —en el retrato acidísimo que dejó de él Manuel Vázquez Montalbán en Asesinato en el comité central—, se le ha dedicado un importante documental, ha sido criticado por dogmático, filosóficamente anodino y maestro desquiciador de discípulos, pese a que esos calificativos se compadecen mal con otros testimonios y, los
"Huíd de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura." Juan de Mairena/Antonio Machado