Tríptico del consumismo Compraré unas zapatillas de deporte valoradas en doscientos euros, unas zapatillas de deporte fabricadas por manos inocentes en el Mar de China o en las selvas taladas de Vietnam. Haré deporte, correré, adelgazaré y estaré en forma con mis nuevas zapatillas increíbles fabricadas por manos inocentes en el Mar de China o en las selvas taladas de Vietnam. No sentiré rencor, remordimiento, vergüenza, no me acordaré de nada ni me ruborizaré. Será lo mismo y será nada, tendré unas nuevas zapatillas de 200 euros fabricadas por manos inocentes en el Mar de China o en las selvas taladas de Vietnam. No me importarán ni el napalm ni las bombas que se joda Ho Chi Min y Pokemón. No importa nada, nada es nada, si gobiernan sobre mí los doce dioses de nylon, Adidas, Reebok, Asics y New Balance, Yumas, North Face, Salomon y el Gallo Deportivo… Estaré en forma para ti aunque no existas, estaré en forma para mi, aunque no exista. José Luis Bellón Aguilera