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Mostrando entradas de mayo 22, 2011

Recepción de Foucault, la gauche et la politique

La recepción de Foucault, la gauche et la politique continúa: aparecen reseñas acogedoras, algunas con críticas muy apreciables y continúan, esta vez desde Brasil, apareciendo apreciaciones a partir de tesis que yo no mantengo, o las mantengo con matices y distinciones que el comentarista, obsesionado por decir que soy bourdisiano-de izquierdas-marxista-de-los-que-atacan-a Foucault, se salta gozosamente. ¡Y mira que el libro es corto! Así es la vida intelectual. La edición española, más extensa (más páginas y un capítulo que no cupieron en la francesa)  está en fase avanzada de corrección de pruebas y saldrá muy pronto en Tierradenadie ediciones.

"Democracia real: un movimiento de honda raíz cívico-republicana"

Versión correcta -sin erratas- del artículo publicado con Francisco Vázquez en La Voz de Cádiz El movimiento de 'democracia real' no viene de Sol ni de Plaza de Catalunya, no es una revolución centralizada como la parisina del 68; se extiende a escala local por toda España. Pese al pesado centralismo de la prensa, este es un movimiento municipalista. Son tan importantes 20.000 personas en Sol como 600 en Cádiz; no, son más importantes 600 en Cádiz, porque aquí no hay prensa que anime al 'happening', porque hay menos universitarios (aunque sin las universidades locales este movimiento no hubiera sido posible) y escasos aspirantes a líderes nacionales, porque la presencia y la resistencia pública suponen enfrentarse con el control social cotidiano de ciudades pequeñas, donde separarse de la mirada del poder es difícil, donde la estigmatización es más dura de llevar. Este anclaje en el municipalismo tiene fuertes raíces en la cultura política española (1812, 1820,

John Adams y no el rey Leonidas

A algunos nos pareció una mala idea hacer acampadas tras la manifestación del 15 M y, sin embargo, éstas han sido custodios de un espacio para el espíritu público. Este espacio físico ha permitido que la luz pública se proyecte sobre personas hasta entonces ajenas a toda actividad común. El afán de distinguirse, de superarse y de emular a los demás, diferente de la ambición egoísta y del deseo de acaparar el poder, era para John Adams la condición del espacio público libre. Sin duda, ser feliz en los temas comunes, y permitir que los demás lo sean, querer ser un ejemplo, y desear ver el ejemplo de los demás, para superarse y mejorarse, es uno de los beneficios enormes del ejercicio de la democracia. Si los seres humanos desean ocuparse de su espiritualidad hopi en público o de los modos infinitos del Deus sive natura spinozista en público con un calor sahariano (habló de algo que ha pasado en Sol), es porque, contra la visión individualista y misántropa de la vida, necesitan el re

"No nos equivoquemos ahora" un texto de Jorge Costa Delgado

Hasta ahora, casi todo en el movimiento 15-M ha sido bueno. Al menos el balance general lo es indiscutiblemente. Cada día se han ido sumando fuerzas. Y sin embargo, creo que el sábado ha supuesto (me refiero a Cádiz, que es lo que vivo en primera persona) un punto de inflexión. La manifestación del sábado fue el culmen de una semana de movilización con unas características tales que la hacen insostenible en el tiempo, de seguir el mismo ritmo. A mi juicio, o sabemos ver esto a tiempo, o el movimiento corre peligro de marginalizarse. En ello influyen dos factores fundamentales: 1. La acampada se está convirtiendo para algunos (creo que no son mayoría en la asamblea, pero sí entre quienes se quedan a dormir) en una justificación del movimiento y no al revés. Se están comenzando a oir argumentos en favor de la permanencia o de seguir celebrando asambleas diarias por respeto a quienes sostienen la acampada. Tere (amiga y compañera en la asamblea) ha hecho una intervención magnífica

Continuar el aprendizaje de la libertad

Intentar traducir inmediatamente los movimientos sociales a cuestiones electorales es un error. El movimiento del 15M ni siquiera puede situarse claramente, en todos los planos, en la oposición izquierda-derecha. La crítica al funcionamiento de los partidos, completamente transversal, toca a todos los grupos, desde los mayoritarios a los minoritarios y reúne componentes libertarios-liberales de significación política muy confusa. Normalmente, ese discurso, cuando se define políticamente, y deja de ser un canto a uno mismo y a la maldad de los demás, tiende más hoy (hace 100 años era otra cosa) a la derechasocioeconómica que a la izquierda. En lo que yo he visto, la fuerza de ese discurso en el movimiento es enorme. Por otra parte, las personas tienen dificultades para situar sus reivindicaciones en el campo político y solo los muy politizados retraducen sus variados anhelos en posición definida. Eso requiere una disciplina mental enorme que mucha gente, por buenas razones a veces, se n

Borrachera democrática

Durante toda la semana, el debate sobre qué hacer ayer roía la asamblea popular del Palillero. Nadie quería someterse a una prohibición chulesca ni resumir el movimiento en lo que los gerifaltes de los partidos ofrecían: ahora, a casa, a votar, y dejadnos a nosotros con nuestros aparatos construidos para el gobierno de camarillas y para el filtro masivo de todos los que no se sometan; dejadnos con nuestra nula imaginación política y nuestro escaso coraje cívico para contener al capitalismo desbocado. Por otra parte, este es un movimiento democrático y hoy es un día importante tanto para quienes creen que hay quien se merece el voto (es mi caso) y para quienes creen que no y hay que demostrarlo no yendo. Los enemigos del movimiento deseaban que ayer se desbordara y que se transformase en un problema de orden público. Dos cuestiones han sido novedosas en este movimiento. Primero, en mucho tiempo, los problemas nacionales no han aparecido como centrales. Hasta hace poco cada vez qu