--> Fernando Broncano nos habla en un post sobre la interpelación y la democracia, tema que apareció en el anterior de este blog. Lo que voy a decir no mejora nada cuanto escribe. Solo me sirve a mí para explicitar cuestiones que me ocupan y con las que llegaría a conclusiones equiparables a las de Fernando. El concepto de interpelación procede, al menos en una de sus fuentes, de Louis Althusser. En su famoso estudio sobre los Aparatos Ideológicos del Estado, sostenía que mediante la interpelación se nos convertía en individuos que aceptan unas reglas y una evaluación. De ese modo se convierten en sujetos sujetados a una identidad. Alguien te hablaba, te reprendía, tú te sentías culpable: ¡Eh tú! Juan Carlos Rodríguez criticó esa teoría del sujeto: no existe la misma interpelación entre dos sujetos libres del capitalismo o entre un señor y un siervo o entre un hombre libre o un esclavo. No solo el contenido de la interpelación cambia, también la forma misma.
"Huíd de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura." Juan de Mairena/Antonio Machado