( Reseña publicada en Anales del Seminario de Historia de la Filosofía , vol. 32-1, 2015. Agradezco a la revista su permiso para reproducirla previamente en el blog) . El saldo del espíritu. Capitalismo, cultura, valores (Barcelona, Herder, 2014) de Antonio Valdecantos es un libro bello, arriesgado y lúcido: un ensayo donde se ensaya y a veces, con mucha razón, se degüella. Dicho queda. Voy a comentar dos temas del mismo: el estado de la cuestión que realiza sobre la filosofía actual y su crítica al modelo de las Humanidades. Creo, como el autor, que existe una continuidad entre muchos problemas diagnosticados en este libro y el modelo de ejercicio de la filosofía que se impone en España tras la Guerra Civil y que nuestro grupo de investigación ha podido investigar gracias al apoyo de dos I+D consecutivos [1] . Comienzo con el estado de la cuestión. Valdecantos comienza identificando un modelo de vencedor del proceso de la conversión de España en un país de importación,
"Huíd de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura." Juan de Mairena/Antonio Machado