1) Cuando hables, atiende a quien tienes junto a ti, pero intenta pensar tambiién en quien no está y debería venir. Pregúntate si con lo que estás diciendo facilitas que el otro te entienda; también si el Otro, el que no está, podría entenderte. Las asambleas son democráticas por su procedimiento. También por ser inclusivas socialmente, por permitir que se incorporen quienes no van nunca. 2) Prepara bien las asambleas. Las asambleas no son espacios terapéuticos (aunque indirectamente pueden servir), las asambleas no son (esencialmente) un lugar de contactos, las asambleas no deben preparar carreras políticas futuras o recuperar carreras políticas fracasadas. Todo eso puede hacerse, todo esto está bien que suceda, pero siempre y cuando las asambleas cumplan un papel fundamental: permitir la deliberación y tomar decisiones. Para ello: que esté claro el orden del día, que previamente se sepan las posibles posiciones divergentes. Sé estricto con los turnos de palabra. 3) No permitas q