Jameson señala que la posmodernidad sólo puede comprenderse como una ruptura en el modo de producción dominante. No es ni un cambio epistemológico —en el sentido que lo había definido el relativismo de Jean-François Lyotard — ni un simple cambio estético producido por la crisis de las vanguardias —debido a su integración satisfecha en la institución arte—. Así, Jameson reestructura un relato de conjunto impresionante por su capacidad para integrar procesos socioeconómicos y estéticos y para plantear vías por las que revitalizar una nueva cultura crítica. La postmodernidad procede de una nueva fase del capitalismo trasnacional en la cual, por un lado, funcionan grandes corporaciones trasnacionales capaces de situar momentos diversos de su producción en distintos lugares del planeta. Por otro lado, con una revolución tecnológica que permite desligar el espacio del tiempo en la comunicación. En tercer lugar, con la entrada masiva del diseño en el aparato productivo y, con ello, con
"Huíd de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura." Juan de Mairena/Antonio Machado