Sr. Director,
Quisimos ser simpáticos y expresar nuestra complicidad y de ahí deduce José Luis Pardo que estamos de fiesta. Le matizábamos con una referencia intelectual común (él la citaba) y nos trata como incapaces de pensar sin permiso. En realidad, más que de fiesta estamos de entierro: el de la reflexión crítica en determinados medios académicos, que apenas ya acierta a definirse más que desde los contornos del fin de la historia neoliberal y por ello ve con malos ojos toda problematización de ese horizonte al parecer indiscutible. Allá él si cree que el gesto agrio le otorga profundidad y el empecinamiento muestra un compromiso más grave ante el mundo. El lector juzgará si responde a algo, aún con milagrosa errata. Corregida la cual, a pesar de todo, no sólo Pardo propone un reflejo especular, sino que al final termina derivándonos hacia un extraño oxímoron -"brokens... de fiesta"-, como si la sola magia del juego de palabras bastara para unificar -ahora ya sí, conceptualmente- a especuladores financieros y acampados. Como nuestra carta era contra las amalgamas y el desdén disfrazados de análisis, afirmamos -como él y con él, pues, al menos nosotros, no nos vemos en bandos distintos- la monstruosidad del totalitarismo en todas sus variantes. Contaminar con ellas a quien se parece en algo (impugnación del capitalismo con crítica en clave democrática de la herencia comunista), pero disiente en lo fundamental, caracteriza al pensamiento mágico... y a las estigmatizaciones políticas demagógicas que, para nuestra amargura, no sólo se predican del estalinismo.
Gabriel Cabello
Germán Cano Cuenca
Juan Pedro García del Campo
Santiago Mercado Serna José Luis Moreno Pestaña
Juan Domingo Sánchez Estop
Aurelio Sainz Pezonaga
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