Samuel Lézé acaba de publicar en PUF su libro L'autorité des psychanalystes, con un prefacio de Richard Rechtman. Este libro, que procede de la tesis doctoral de Samuel, propone una lectura antropológica de la experiencia psicoanalítica. El trabajo capta la experiencia analítica a partir de un uso riguroso de la teoría interaccionista. Durante la elaboración de esta tesis, Samuel y yo estuvimos muy próximos y, por tanto, se trata de un trabajo que conozco muy bien. El texto se ha publicado como se merece (de manera soberbia) y, además, con una portada inteligentísima que resume muy bien el libro. Alguno de sus trabajos preliminares fue publicado en español en un número que coordiné de la revista Política y sociedad. Este libro es una aportación importantísima a una sociología de las profesiones de la salud mental y propone una inflexión en los acercamientos más conocidos en España de la sociología francesa a la profesión psicoanalítica.
Intervención ayer en Traficantes de sueños durante la presentación de Foucault y la política ¿Quién es un buen lector de Foucault? Es uno que no toma de Foucault lo que le viene en gana, sino el que aspira a tener por entero el espíritu de Foucault “porque debe haber el mismo espíritu en el autor del texto y en el del comentario”. Para ser un buen lector de Foucault, un buen foucaultiano, deben comentarse sus teorías teniendo “la profundidad de un filósofo y no la superficialidad de un historiador” Es una broma. En realidad, el texto anterior resume "¿Qué es un tomista?", un texto del insigne filósofo de la Orden de predicadores Santiago Ramírez, y publicado en 1923. Pero los que comentan filósofos, Foucault incluido, siguen, sin saberlo, el marco de Ramírez. Deberían leerlo y atreverse a ser quienes son, tal y como mandaba Píndaro. El trabajo filosófico, desde esta perspectiva, consiste en 1. Se adscriben a una doctrina y la comentan mediante par
Comentarios