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¿Qué es un foucaultiano?

Intervención ayer en Traficantes de sueños durante la presentación de Foucault y la política   ¿Quién es un buen lector de Foucault? Es uno que no toma de Foucault lo que le viene en gana, sino el que aspira a tener por entero el espíritu de Foucault “porque debe haber el mismo espíritu en el autor del texto y en el del comentario”. Para ser un buen lector de Foucault, un buen foucaultiano, deben comentarse sus teorías teniendo “la profundidad de un filósofo y no la superficialidad de un historiador” Es una broma. En realidad, el texto anterior resume "¿Qué es un tomista?", un texto del insigne filósofo de la Orden de predicadores Santiago Ramírez, y publicado en 1923. Pero los que comentan filósofos, Foucault incluido, siguen, sin saberlo, el marco de Ramírez. Deberían leerlo y atreverse a ser quienes son, tal y como mandaba Píndaro. El trabajo filosófico, desde esta perspectiva, consiste en 1.        Se adscriben a una doctrina y ...

De la vanguardia a la postmodernidad

Estas notas me han servido para un tema de la asignatura  Filosofía y literatura durante cinco cursos. Un amigo me dice que aquellas clases le sirvieron para comprender algunas cuestiones políticas, no solo estéticas. Seguramente lo dice por amistad, pero por si acaso dejo aquí estas notas.   El arte, según Herbert Marcuse, tenía un función ambivalente. Por una parte, mostraba verdades olvidadas y ajenas al imperio de lo cotidiano y, por otra parte, actualizaba estas verdades en un reino separado de la praxis. El arte pierde así su inserción en la vida cotidiana y se resguarda en un ámbito restringido (queda reducido a lo que Hegel había llamado los domingos de la vida). Esta denuncia del carácter ambiguo del arte caracterizará a la mayor parte de las vanguardias. La autonomía del sistema artístico, conquistada contra la presión del mercado y del Estado, se confrontó a lo largo del siglo XX con una demanda de rematerialización del arte. Una vez el arte liberado d...

¿Qué había y qué hay en la habitación 217?

  Hace unos días, El País publicaba una entrevista con Stephen King. Encontramos lo que ya muestran sus novelas: un hombre profundamente norteamericano, poco engolado (por eso escribe tan buenos libros) y muy de izquierdas, que le pide a Obama pagar más impuestos. La entrevista promociona la salida de Doctor Sueño , en la que se nos muestra el periplo de Danny Torrance, el maravilloso protagonista de El resplandor . Stephen King detestó la celebrada versión que Stanley Kubrick hizo para el cine. En ésta, un escritor frustrado, Jack Torrance, completa su locura en un hotel que, según parece, lo atrapa, nadie sabe muy bien por qué razón. King se lamentaba de la elección del actor, que comunicaba su morbidez desde la primera mirada. Para cargar más la degradación, Kubrick llenaba de detalles escabrosos la película, todos destinados a convertir a Torrance en un demente. El prototipo del criminal podrido, absolutamente y sin remisión (unicamente le falta un empujoncito), ta...